La alimentación durante el otoño

Publicado el 13 octubre, 2010 | Health

Preferir alimentos que protegan a los pulmones e intestino grueso

Las hojas empiezan a caerse poco a poco, los árboles se quedan desnudos, el clima se pone seco, el tiempo se enfría. El otoño trae la madurez, época de descartar lo inútil. En nuestro cuerpo el pulmón y el intestino grueso ejercen la función de asimilar lo que es esencial y descartar lo que no tiene más utilidad. En la medicina china tradicional las funciones y la puesta en marcha del cuerpo están asociados al clima y a las estaciones de la naturaleza; el físico no es separado de lo emocional, está todo interligado. Los desequilibrios en esos órganos generan problemas respiratorios e intestinales como asma, bronquitis, tos crónica, diarrea, o constipación. Y en el sector emocional ese desequilibrio puede traducirse en dificultades con la memoria, de separar lo útil de lo inútil, tener depresión, melancolía, resentimientos, suspiros…..

Que comer en otoño

Los pulmones y el intestino grueso son sensibles a los desequilibrios en otoño y todos debemos protegernos, dando a esos órganos los alimentos que desean y evitando los que no son favorables; y de esta manera estabilizar las funciones del cuerpo. En otoño, así como las hojas empiezan a caerse, los frutos del verano también caen; los granos y las semillas van a los graneros garantizar la alimentación en invierno o se quedarán en la tierra para brotar en primavera. Tal como en la naturaleza, el otoño en el organismo humano representa la cosecha.

Es el periodo más seco del año y con grandes variaciones climáticas, exigiendo cuidados con ambiente, vestuario y una alimentación que debe fortalecer las defensas imunológicas y preparar el organismo para el invierno. La función respiratoria equilibrada y función intestinal regulada, darán orden y ritmo a todas a otras funciones orgánicas.

  • Primero beber mucha agua, el otoño tiene un clima seco y trae una sequedad en la boca, nariz y garganta, y además la orina es escasa.
  • Comer alimentos de colores claros y blandos; el pulmón adora el arroz integral, el nabo (puede ser comido crudo rallado o en el horno con soja), ajo, cebolla, ñame, manzana, pera, repollos, coliflor, bardanas, clara de huevo, maiz molido sin leche hecha con agua, clavo y canela. Los rábanos, calabacines, setas, espárragos, palmito, y las berenjenas complementan la dieta perfectamente.
  • Debemos usar a diario dos tipos de raíces, como la zanahoria, el nabo largo, bardana, rábanos, remolacha. raíz de loto, ñame, patata dulce, batatas etc., que protegen el pulmón y suministran fibras para la buena puesta en marcha del intestino. También se puede disfrutar del damasco, zanahoria, jengibre, y té de raíces.
  • El pulmón y el intestino grueso no gustan de los alimentos tales como la leche y todos sus derivados; queso, yogur, mantequilla, requesón, requesón, gluten, pimienta, líquido muy helado, o la naranja ácida.
  • Las nueces, almendras, cacahuete y castañas deben estar presente en pequeñas cantidades siempre hidratadas o tostadas para facilitar la digestión y absorción de sus nutrientes.
  • El uso de vegetales debe ser siempre variado con las cuatro colores básicas, rojos/rosados, amarillos/anaranjados, blancos y verdes formando parte de las principales comidas.
  • La naturaleza siempre suministra lo que necesitamos de cada estación, en otoño tenemos los frutos más consistentes, no tan acuosos y fríos como los frutos del verano. Las frutas del tiempo son ricas en vitaminas C y del grupo B, minerales, fitoquímicos y principios bioactivos como las fibras solubles y insolubles, elementos importantes inmunidad e intestinos.
  • La alimentación en otoño debe ser con menos cargada preparaciones picantes (ajo, pimientas, clavo, canela etc. ), que provocan calor y sequedad, y moderación con el uso de bebidas amargas y fermentadas como café, cerveza y vinos. Debemos usar alimentos y preparaciones más suave como el arroz, trigo, avena, ajonjolí, quinoa, mijo, miel, y frutas de temporada.

Algunas frutas de estación

  • La carambola, fruta de otoño de bajo valor calórico, tiene función depurativa es rica en minerales y vitaminas.
  • El caqui posee además de betacaroteno que es importante para protección de piel y mucosas, un alto tenor de vitamina C (68mg por 100g), vitaminas del grupo B y minerales.
  • La guayaba, que tiene pocas calorías y mucha vitamina C (120mg por 100g).
  • Las bergamotas y naranjas con pocas calorías y con 53 mg por 100g. de vitamina C, también deben estar presente en la alimentación.
  • El aguacate, fruta que suministra grasas mono-insaturadas para el organismo, contiene también vitamina B6, magnesio, minerales y principios bioactivos que benefician el sistema imunológico y las glándulas endocrinas.

No olvidar de consumir

Recordandos siempre que la naturaleza es quien determina el ritmo de nuestras vidas, prestando atención en sus movimientos, en nuestras reacciones individuales y buscando una vivencia integrada, conoceremos el camino de la salud equilibrada y de una vida armoniosa.

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