La consistencia supera la intensidad del entreno
Cuando se trata de entreno y dieta, la consistencia es clave; la intensidad en el entreno tiene su lugar. De hecho, es un requisito absoluto de un plan de entreno eficaz, sobre todo a medida que el atleta se hace más experimentado; sin embargo, cuando la gente permite que la intensidad interfiera con la consistencia empiezan los problemas.
Al igual que la nutrición adecuada, el entreno inteligente se ve mejor desde una perspectiva general; si nos imaginamos a un amigo que nos dice, “el pasado martes comí perfectamente, no añadí alimentos procesados a mis comidas, ingerí mis macros en la proporción correcta y el tiempo de mi comida fue perfecto”, “¡Estaba 100% marcado!». Bueno, está bien, pero ¿qué pasa con el resto de la semana?, ¿por qué tanto énfasis en un solo día?
El entreno también es así, porque ningún entrenamiento individual no importa lo descomunal que sea, puede hacer la diferencia en una semana. Lo que realmente importa para mantener la consistencia es la intensidad media durante largos períodos de tiempo y no lo fantástico que pudo ser un sola sesión de entreno hardcore.
Tenemos que recordar que cuando estamos cansados o sin la motivación adecuada en un día planificado, lo mejor es ir al gimnasio y hacer un entreno ligero, que es mucho mejor que retroceder y omitir la sesión. Es fundamental establecer metas realistas al principio y tener en cuenta que a menudo, de cada tres sesiones, una es fantástica, la otra es normal y la tercera es deprimente; esto es especialmente cierto a medida que el atleta es más experimentado.
El trabajo número uno es la consistencia, independientemente de los tres días a la semana o los cuatro días a la semana que forma parte del plan de entreno; lo fundamental es cumplir con la agenda y luego trabajar duro para establecer metas parciales dentro de la periodización. Ahora bien, si se perder un entreno es inevitable (a veces lo es), deberíamos combinar el entreno perdido con la siguiente sesión programada, pero solo cumplir con la mitad de las series planeadas.
Aunque esto no es ideal, esta estrategia es una táctica de control fantástico cuando la vida se nos interpone en el camino del entreno.
El tiempo inducirá a la consistencia
¡Ah, sí! Los dos elementos entrelazados que harán que todos los esfuerzos cosechen los beneficios podrían ser éstos dos; al mirar hacia atrás, no parece demasiado difícil lo que se ha hecho, hacer cardio, dormir bien, enfrentar con energía a los hierros, suplementarse correctamente y comer limpio, ¿no?
Por supuesto que no, casi parece demasiado fácil; entonces, ¿qué parece ser el problema que causa la frustración y la falta de resultados en la mayoría de la gente?
Lo crucial para tener consistencia es hacer que el programa de entreno y dieta sea parte de la rutina diaria, como cepillarnos los dientes; si esto pasa, no será un trabajo pues será un hábito consistente y la frustración será evitable con excepción a las lesiones o las malditas mesetas, que también tienen su solución.
La motivación es fundamental también; para ello necesitamos profundizar los objetivos y hacerlos posible para obtener resultados a largo plazo. Lo que tenemos que averiguar es que nos hace felices y motivados, como ir a la playa o pasar momentos increíbles con la pareja, lo que hace del plan diario (entreno y dieta), un hábito agradable todos los días
Evitar la presión o mantener el buen humor con la nutrición es algo increíble que cuando aprendemos, será una práctica difícil de dejar y es un paso inherente a desarrollar consistencia. En este caso, el “yo interior” debe ser más fuerte y la mente es lo primero a estimular, de modo que el cuerpo entre en el modo “piloto automático”, en un escenario donde ambos, el cuerpo y la mente, mejorarán cada semana, mes y año que pasa.
Si lo logramos, seremos ganadores y si no lo logramos, deberíamos cambiar las cosas para no solo construir o mantener el físico, sino la propia salud y bienestar.
