El entrenamiento ayuda a superar los dolores crónicos

Publicado el 17 agosto, 2012 | Research

Como superar los problemas en la cara lateral externa del codo por los esfuerzos extremos o monótonos

Millones de personas sufren de dolores crónicos en los antebrazos y al realizar muchos movimientos rotativos con el brazo se tienden a desarrollar tendinitis o el codo del tenista; durante ciertas investigaciones danesas del “Centro Nacional de Investigación para el Ambiente de Trabajo de Dinamarca“ descubrieron que el entrenamiento de musculación realmente ayudan a las personas a librarse de esos problemas.

Cerca de 4% de todos las personas cuyo trabajo implica estar sentado frente a un ordenador y 8% de los trabajadores que trabajan en fábricas desarrollan lesiones en los antebrazos; mientras más monótono y estresante sea el trabajo, mayores son las probabilidades de lesión y aunque ya se había descubierto que los dolores crónicos en el cuello tienen un tipo inusual de fibra en los músculos adoloridos, un tipo de fibra muscular un poco más grande por falta de flujo de sangre puede ser una de las causales.

Este tipo de fibra muscular parece desarrollarse como resultado de sobrecarga excesiva y provoca dolor; los científicos crearon una hipótesis que cita que el entrenamiento de musculación puede ayudar a desarrollar una forma más saludable de fibra muscular y, así, reducir el dolor, para ello realizaron una experiencia con 285 trabajadores de producción que realizaron un trabajo sobre el ordenador y otro grupo sobre operaciones mecánicas monótonas con la consecuente aparición del codo de tenista o tendinitis.

  • Posteriormente un grupo de 30 trabajadores lesionados entrenaron tres veces por semana durante 20 semanas.
  • Cada sesión duró 20 minutos.
  • Los voluntarios realizaron los ejercicios flexión de los puños en pronación con elevaciones laterales, elevaciones frontales, encogimientos de hombros, y vuelos (elevaciones posteriores).
  • Otro grupo de control formado por 255 trabajadores lesionados, no realizó ningún entrenamiento.

Los resultados muestran que el dolor del antebrazo de los voluntarios que entrenaron disminuyó de forma gradual a lo largo de las 20 semanas y la cantidad de peso se duplicó a medida que el periodo de entrenamiento pasaba, por lo tanto los voluntarios ganaron fuerza y como resultado los músculos y juntas articulares se expusieron a menos esfuerzo.

Entre los trabajadores que sufrían de dolor severo, el entrenamiento de musculación aumentó sus probabilidades de recuperación por un factor de 4 a 6.

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