Detectan una hormona que combate la grasa con grasa

Publicado el 31 octubre, 2011 | Research

La orexina activa la grasa parada e incrementa el gasto energético

Científicos americanos del Instituto Sanford-Burnham en USA descubrieron que una hormona denominada orexina demostraba una acción interesante para prevenir el sobrepeso en roedores mediante la activación de la grasa parda que es un tejido que incentiva la quema de calorías; el estudio que tiene un enfoque importante para toda la humanidad se publicó en la prestigiosa publicación “Cell Metabolism”.

La grasa corporal que conocemos es la grasa blanca pero también hay otro tejido que es la grasa parda que no solo almacena grasa, también la quema; desde un principios los investigadores pensaban que la misma desaparecía posterior a la niñez pero en estudios posteriores con tecnologías de alta imagen redescubrieron que también puede estar presentes en humanos adultos.

  • Como la grasa para se constituye de vasos sanguíneos y mitocondrias (por ello su color) es benéfica para convertir calorías en energía; pero que en casos de sobrepeso no funciona correctamente.
  • En el nuevo ensayo los investigadores descubrieron que la orexina; la hormona producida en el cerebro activa la quema de calorías en esa grasa parda.
  • Se concluye que si la deficiencia de orexina induce al sobrepeso, la suplementación de orexina puede indicar un nuevo enfoque para tratar los problemas de sobrepes y otros transtornos metabólicos.

Si bien muchas soluciones se centran en reducir el apetito; una terapia con orexina podría incluir opciones para combatir la grasa enfocados en la quema de grasa periférica del tejido y no controlar el apetito vinculado a procesos cerebrales.

Esta conclusión ayuda a explicar porque algunas personas que no tienden a comer en exceso siguen con sus problemas de sobrepeso y esto puede estar relacionado a la carencia de orexina que activa la grasa parada e incrementa el gasto energético según el Dr Devanjan Sikder que fue el autor del estudio.

Sin embargo no pararon aquí en sus ensayos y cuando los científicos administraron orexina a embriones roedores que carecían de ella, la grasa parda se desarrollo adecuadamente antes de sus nacimientos y se mantuvo activa hasta su fase adulta y como efecto de esta adición de orexina a las células madre en laboratorio convertían las células en motores quemagrasas o grasas marrones.

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