Como entrenar a temperaturas extremas

Publicado el 7 febrero, 2015 | Research

La adaptación a los diversos climas es relevante para el proceso de crecimiento como atleta

Como culturistas aficionados o profesionales, con cierta o mucha dedicación, debemos poseer la capacidad de adaptarnos a todos los ambientes de entrenamiento y las muchas circunstancias que pueden conspirar para impedir la aplicación de la intensidad óptima en una determinada sesión; aunque nuestros niveles de energía no estén donde deben estar, o sucedan acontecimientos imprevistos que mentalmente nos han dejado de lado, el gimnasio es un lugar donde todavía podemos controlar una variedad de resultados, porque al cerrar la puerta del sitio, hemos aprendido a darlo todo.

Cuando es hora de entrenar, todas las excusas desaparecen en una nube de alientos después de la primera repetición; entre las muchas condiciones ambientales, desde el clima caliente, húmedo o frío, ventoso o miserable, nuestros cuerpos están obligados a cambiar, y mientras algunos no se inmutan por las diferentes temperaturas o ambientes, la mayoría para bien o para mal, nos quedamos afectados por las estaciones del año.

A través de todo el año, debemos estar preparados para canalizar nuestro entusiasmo, y aplicar un esfuerzo mental y físico suficiente para todas las sesiones de entreno con el fin de progresar constantemente; así que ahora conoceremos como las condiciones climáticas afectan nuestro desempeño y como podemos optimizar nuestros entrenamientos, independiente de la temporada.

La lucha contra el frío

Durante los meses más fríos nos resulta más difícil tener entusiasmo para ir a entrenar, sin embargo, es en este momento que deberíamos estar entrenando más duro, aunque las condiciones climáticas conspiran para seguir nuestra alimentación por ejemplo, pues el viento, la lluvia y las bajas temperaturas hacen que el cuerpo desee recibir una mayor densidad de calorías para sentirse bien, y por tanto una mayor inducción a «hibernar» debido a los niveles más bajos de energía.

Para entrenar durante el invierno, lo que tenemos que conseguir es lograr tener disciplina, con algunos trucos como limitar el calentamiento, beber menos vinos, quesos, chocolate caliente y otras comidas chatarras que se usan tan tristemente en la temporada, sin embargo a través del ejercicio regular, inclusive en la casa, se puede hacer frente a nuestros males de INVIERNO.

  • El entreno permanente aumenta la temperatura interna y el flujo sanguíneo diariamente
  • Mantiene a raya las enfermedades, mejorando la inmunidad.
  • Contrarresta la depresión y el trastorno afectivo estacional.
  • Reduce las toxinas que pueden acumularse en mayor número durante el invierno (cuando la sudoración es menos probable)
  • Ayuda a eliminar la grasa corporal con mayor facilidad.

Para iniciar los entrenos, primero debemos revisar las metas diarias con el compromiso interno de no fallar; una manera de hacerlo es crear una competición con uno o más amigos o compañeros de entreno, e inclusive montando un gimnasio en casa para no tener excusas; ahora si no se puede, es interesante seguir un plan de entrenos de fuerza usando el propio cuerpo, o las variedades de rutinas con accesorios simples, desde una cuerda, o una carretilla, o una barra con peso, o algunas mancuernas que ya servirán para crear un cuerpo fantástico y mantenerse motivado.

Por otro lado es ideal consumir alimentos nutritivos y saludables que nos darán la energía mientras se incrementa el estado de ánimo; entre ellos se puede optar por los pescados, mariscos, carnes rojas, pollo, algun sandwish de pavo, y verduras y frutas, aprovechando las de estación, y por supuestos los deliciosos manjares en forma de caldos y sopas que nos provee la cocina mediterránea, que además son por lo general saludables. Durante las tardes los postres son otro problema, en este caso la clara de huevo en polvo, las proteínas en polvo, los xiropes cero calorías, las frutas, los frutos secos y alguna quesería magra es ideal para complementar una merienda que es mejor sea anabólica, que grasienta y azucarada; es obvio que los tés, como el blanco, el negro o el verde son muy necesarios.

La lucha contra el calor

Trabajar en condiciones de clima más cálido puede ser tanto una bendición como una barrera para lograr un rendimiento máximo o conseguir buenos resultados; para la mayoría, las temperaturas más cálidas, hasta cierto punto incrementa la producción en el gimnasio, porque el solo incrementa el stock de vitamina D, mejora la absorción de calcio, magnesio, hierro y zinc, lo que permite proveer más energía al cuerpo, por supuesto en los días más brillantes, incluyendo un mejor estado de ánimo y enfoque mental, con el consecuente mayor incentivo para entrenar duro.

Sin embargo, cuando las temperaturas alcanzan niveles incómodamente altos con un aumento de la humedad, es posible que el letargo lleve al cuerpo a decaer , y esto retrae los niveles de motivación para quedarse tumbado en la playa o en el aire acondicionado de la sala, en vez de ir a romperse con mucho sudor. Lo interesante por ello, es ir a un gimnasio que esté en condiciones progresivamente más cálidas (20°C a 25°C) lo que nos permite superar nuestros niveles de energía y cualquier problema de enfoque mental.

Recordemos que entrenar en un calor húmedo hace que el corazón lata más rápido, y esto puede diferenciar el bombeo de la sangre a los músculos, y con el tiempo, el cuerpo se ve obligado a adaptarse a incrementos adicionales de ritmo cardíaco, o inclusive obtener mejoras en el acondicionamiento físico, a pesar de esto; también estamos obligados a sudar más, lo que desintoxica el cuerpo del alcohol, colesterol, sodio excesivo, y otros compuestos dañinos, como luchar contra algunas enfermedades.

Sin embargo, los niveles de aptitud existentes, el estado de hidratación, la intensidad del ejercicio, y la duración del tiempo pasado entrenado deben ser considerados como factores de planificación en climas más cálidos; los peligros de las altas temperaturas están allí, porque sabemos que los calambres, la pérdida excesiva de agua, y el agotamiento son cosas que alguna vez sentimos, por tanto, el diseño estructurado acompañado de una revisión médica y nutricional asegura la experiencia de un entrenamiento más seguro y efectivo.

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