Un gen importante para la vida

Publicado el 19 abril, 2013 | Health

Descubrimiento de la función del gen Meis1 inicia nueva era en el tratamiento de fallos cardíacos

Un equipo de investigación del departamento médico de la Southwest Texas State University relató en la revista Nature, el descubrimiento de la función del gen Meis1 sobre la regulación de la capacidad de regeneración del corazón; se describe en el estudio que la actividad del gen Meis1 se aumenta significativamente en las células del corazón inmediatamente tras el nacimiento, coincidiendo con el tiempo en que las células del músculo paran de dividirse.

Basándose en esta observación, los investigadores cuestionaron si el gen Meis1 sea eliminado del corazón, las células continuarán dividiéndose a lo largo de la edad adulta y la respuesta a esto es positiva; en el 2011, las experiencias de laboratorio de Sadek mostraron que el corazón de mamíferos recién nacidos es capaz de una tener una vigorosa respuesta regenerativa a los daños a través de la división de sus propias células. 

A medida que el recién nacido se desarrolla, el corazón pierde rápidamente esta habilidad de regeneración y de reparación de daños como, por ejemplo, los provocados por un ataque cardíaco; debido a esta afirmación, el equipo de científicos demostró con pequeños roedores recién nacidos que a través del bloqueo del gen Meis1, es posible ensanchar el periodo de proliferación en el corazón y lo mismo sucedió en el corazón de los roedores adultos sin provocar problemas en sus funciones cardíacas cuando se reactivaron después de algún fallo.

  • El gen Meis1 es un factor de transcripción que actúa como un programa de software, con capacidad de controlar la función de otros genes. 
  • En este caso, se verificó que el gen Meis1 controla varios genes que normalmente actúan como frenos en la división celular.

Así mismo, el gen Meis1 podrá ser utilizado como un botón de conectar/desconectar para hacer que las células de los corazones adultos se dividan; si esto se logra con éxito en los seres humanos, esta capacidad puede dar inicio a una nueva era en el tratamiento de fallos cardíacos.

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