La dieta puede afectar el ADN de las siguientes generaciones

Publicado el 5 agosto, 2012 | Research

Lo que una persona come puede tener alcances genéticos inimaginables

La nutrición es quizás la llave más importante que tenemos para alcanzar la salud, es así que la dieta que llevamos puede alterar la naturaleza de esos cambios que el propio ADN transmitirá a la descendencia; un grupo de investigaciones independientes encontraron que estas vías tienen base científica con la acotación que estamos también influenciados por nuestros ancestros y deberíamos poder modificar los hábitos para no afectar a los hijos, nietos y hasta bisnietos.

Los resultados que envuelven la epigenética, pueden ayudar a explicar el aumento del riesgo genético que los niños enfrentan en relación a sus padres en las enfermedades como el sobrepeso y la diabetes; la epigenética se refiere a los cambios en la expresión de genes de fuerzas externas.

Este fenómeno diferente de una mutación, alteraciones epigenéticas no están en el ADN en sí, pero se encuentran en sus alrededores como en las enzimas y otras sustancias químicas que forman como una molécula de ADN que se desarrollar en varias secciones para construir proteínas o también células nuevas.

Los estudios recientes han probado como la nutrición en forma dramática altera la salud y la apariencia de roedores de modo idénticos; un grupo liderado por Randy Jirtle de la Universidad Duke demostró que ciertos clones de roedores implantados como embriones en madres separadas tendrán diferencias radicales en el color de la piel, peso y riesgo de enfermedades crónicas dependiendo de la alimentación de la madre durante el embarazo y gracias a esta tesis se concluye que los nutrientes o la falta de ellos alteran el ambiente de ADN de modo que el ADN idéntico en estos clones de ratón se expresaron de maneras muy diferentes.

De roedores a humanos

Basándose en este trabajo de la Universidad de Duke, un nuevo estudio liderado por Torsten Plösch de la Universidad de Groningen, en Holanda delineó las incontables maneras por las cuales la nutrición altera el epigenoma de muchos animales, incluyendo seres humanos adultos; el documento fue publicado en varias revistas científicas europeas y certificados por estudiosos de varios países.

  • Los investigadores citaron que la dieta de los adultos humanos inducen acambios en todas las células, incluso a los espermatozoides como óvulos y que esos cambios pueden ser transmitidos a la descendencia.
  • Tales efectos sobre una única generación fueron conocidos ya que se percibe que se transmiten insuficiencias como la intolerancia a la glucosa y enfermedades cardiovasculares, dependiendo de la época y extensión de la escasez de los nutrientes durante el embarazo.

En el 2010 la investigación española Jiménez-Chillarón y sus compañeros dieron un paso más, descubriendo que los cachorros de ratón macho superalimentados desarrollaron las señales indicadoras del síndrome metabólico, resistencia a la insulina, sobrepeso e intolerancia a la glucosa pasando algunas de estas características a sus descendientes.

Pero lo que aún está faltando, es una comprensión de como esa información es pasada de generación en generación; al contrario de una mutación genética todas las entradas epigenéticas para el ambiente del ADN deben ser borradas y cuando un embrión recién formado comienza a dividirse en el proceso de meiosis, pero aunque la mayoría de las marcas epigenéticas se borren algunas se guardan por razones desconocidas.

Atacando en el ADN

Un segundo estudio conducido en parte por Singh Ram B. del Instituto TsimTsoum en Cracovia, Polonia, publicado este mes en el Canadian Journal of Physiology and Pharmacology examinó nutrientes que afectan a las personas; Singh también cree que estos nutrientes pueden causar mutaciones tanto buenas como malas, pero aún no hay pruebas concluyentes.

  • Los dos equipos de científicos concluyeron que las células en un estado inicial de desarrollo son más propensas a las alteraciones epigenéticas de nutrición en comparación al impacto en las células adultas, por lo tanto los cambios más notables son vistas en niños.
  • Es posible que la ingesta de más omega-3, colina, betaína, ácido fólico y vitamina B12 las por madres y padres, posiblemente puede alterar el estado de la cromatina y las mutaciones así como tener efectos benéfico llevando al nacimiento de un ‘super’ bebé con un vida larga y menor riesgo de sufrir diabetes y síndrome metabólico.

Sin embargo puede ser sólo una cuestión de tiempo hasta que haya una evidencia de cómo pasar a las generaciones siguientes las consecuencias de nuestros propios hábitos alimenticios, añadieron los investigadores.

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