Los carbohidratos y la insulina

Publicado el 26 enero, 2010 | Health

Lo importante es consumir los mismos en porcentajes específicos de carbohidratos en relación con la proteína, para evitar que la insulina cree grasa corporal

El papel de la insulina es un tema que todos los culturistas deben conocer. Es una hormona más conocida para su papel en metabolismo de la glucosa. En un intento por proporcionar una cierta información científica clara, este artículo discutirá las diversas clasificaciones de carbohidratos, y cómo el cuerpo regula niveles de la glucosa en sangre. Los carbohidratos proporcionan la energía directa para el cerebro humano, el sistema nervioso central, y las células musculares bajo la forma de glucosa (azúcar de sangre). Los carbohidratos se pueden analizar en los carbohidratos simples o los carbohidratos complejos.

Los carbohidratos simples son azúcares, los compuestos orgánicos cuyos enlaces son analizados fácilmente por la digestión. Los azúcares se clasifican como los monosacáridos (el mono =), o disacáridos (di= dos). Los monosacáridos incluyen la glucosa, la galactosa, y la fructosa. Los disacáridos son dos unidades del monosacárido ligadas juntas e incluyen la maltosa (dos unidades de glucosa), la sucrosa (fructosa más la glucosa), y la lactosa (galactosa más la glucosa). El cuerpo tiene solamente la capacidad de absorber los monosacáridos en la sangre.

Los carbohidratos complejos se definen como polisacáridos (polivinílicos = muchos) que se encuentren en forma de almidón y fibra. Los almidones son polisacáridos que los seres humanos pueden digerir, pero se deben transformar en monosacáridos antes de que puedan ser tomados en la sangre. Los polisacáridos son cualquier lineares (amilosis-polímero de 400 a los millares de glucosa) o ramificado (amlyopectin-polímero que contiene centenares de glucosa).

El glucógeno (glucosa almacenada dentro del músculo), es similar en estructura a la amilopectina, y la celulosa es una fibra que se encuentra dentro de las verduras que los seres humanos no pueden sintetizar y absorber en la sangre.

Cómo el cuerpo utiliza los carbohidratos

El cuerpo, después de la digestión y de la absorción de los mismos a través de las paredes de los intestinos delgados, puede proveer la glucosa para trabajar de tres maneras:

  • Puede quemar la glucosa inmediatamente dentro de las mitocondrias, lanzando el dióxido de carbono, el agua y la energía.
  • Si la glucosa no se requiere inmediatamente, es convertida por el hígado o los músculos en glucógeno. El glucógeno del músculo proporciona energía solamente a los músculos. El glucógeno del hígado puede suministrar energía a cualquier parte del cuerpo.
  • Cualquier glucosa restante no usada después de que la saturación del glucógeno sea convertida a grasa por el hígado, es almacenada en tejido adiposo alrededor del cuerpo. El grado y el modelo de acumulación de grasa depende de muchos factores, pero se vincula sobre todo a si una persona consume constantemente más calorías que lo que queman con la actividad dentro del entrenamiento.

Conexión del Sangre-Azúcar

El sistema regulador natural del cuerpo mantiene automáticamente el control cercano sobre el nivel de glucosa en la sangre. El cuerpo tiene aproximadamente 20 gramos de glucosa llevada al torrente sanguineo y que circula continuamente. Si hay aumentos de azúcar en la  sangre entonces el páncreas elimina insulina. Si este nivel es demasiado bajo elimina el glucagón. Es importante que los practicantes de musculación entiendan que cuando los niveles de la insulina son altos, el cuerpo almacenará exceso de glucosa como peso del cuerpo. Desafortunadamente, el cuerpo no verifica si es peso en músculos o peso en grasas.

Las enzimas que están dentro de los músculos metabolizan fácilmente el almidón, que se sintetiza en glucosa usable. El hígado contiene las enzimas intermediarias para convertir la glucosa, la fructosa, la galactosa, los aminoácidos, y otros metabilitos para sus almacenes del glucógeno.

Puesto que los músculos tienen la capacidad de almacenar 250 a 400 gramos de glucógeno y el hígado tiene solamente la capacidad de almacenar 100 gramos de glucógeno, es recomendable guardar una parte elevada de sus calorías del carbohidrato desde fuentes complejas. Como vimos anteriormente, el glucógeno muscular es utilizado solamente por el tejido del músculo, y puesto que el glucógeno muscular es similar a una amilopectina como en almidón, es lógico suministrar al cuerpo, carbohidratos complejos para llenar almacenes del glucógeno del músculo.

Los carbohidratos complejos proveen menos azúcar a la sangre y se tardan en digerir, pero pueden tener efectos similares que los simples si se consumen en cantidades de mas del 60% de las calorías de una comida, aunque la insulina no se eleva rápidamente puede desencadenar un almacenamiento de grasa si no hubiere actividad posterior. Por supuesto que no se debe considerar siempre que los tipos de carbohidratos complejos son buenos y los simples son malos. Lo importante es consumir los mismos en porcentajes específicos en relación con la proteína, para evitar que la insulina cree grasa corporal.

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