La importancia del control post-pandrial

Publicado el 5 abril, 2012 | Research

Aprendiendo a tener el control sobre los picos de glicemia después de una comida

Fisiológicamente el cuerpo humano se adaptó y se proyectó para desarrollar diversas respuestas frente a diferentes estímulos y/o situaciones sean cuáles sean; entre estas respuestas podemos citar los procesos digestivos donde se realiza la absorción y utilización de los nutrientes para diversos fines y convirtiéndose en un proceso no solo de extrema importancia para el cuerpo sino principalmente vital.

Los estudios que se extienden cada vez más sobre el tema buscan entender y solucionar los contratiempos derivados de las disfunciones o tener la herramienta para modificar o manipular las respuestas de acuerdo con lo que es conveniente y esto lo logra cada día la industria de la suplementación mediante soluciones naturales con tecnología de vanguardia permitiendo a los consumidores acceder a eficiencia y salud al mismo tiempo.

  • Por ejemplo entre las respuestas más comunes en la digestión es la liberación de enzimas y líquidos para la digestión del alimento, o sea, para la hidrólisis de partículas mayores en partículas más pequeñas.
  • En secuencia se trata de lograr la absorción de más pequeñas partículas por los enterositos, donde hay gran respuesta de cargadores o canales para transporte de éstos.
  • En la utilización de esos sustratos uno de los procesos más conocidos, estudiados y también importantes son los procesos relacionados la liberación de insulina, su llegada y acción en la membrana celular (más específicamente en el receptor de la membrana celular).
  • La insulina es una de las hormonas más importantes para el cuerpo humano que debe ejercer papeles fisiológicos de manera correcta ya que si no hay un aprovechamiento de la misma para la síntesis y estímulo energético se puede tener algunas disfunciones en el metabolismo que son altamente perjudiciales como es el caso de la diabetes por ejemplo.

La insulina es una hormona de carácter proteica producida y secretada por las células beta del páncreas humano y normalmente está en grandes concentraciones en la sangre en periodos post-pandriales porque es la responsable por la conexión a receptores del tipo GLUT-4 en la membrana celular de las células insulino-dependientes promoviendo una cascada de reacciones intracelulares para que haya captación de la glucosa y de esta forma utilización de la misma; entre esos tejidos los más estudiados y comunes son el muscular y el adiposo.

Básicamente hay incontables factores de la alimentación que pueden estimular la secreción de insulina pero sin dudas entre esos factores lo que se presenta en mayor relevancia son los carbohidratos; recordemos que las proteínas y combinaciones de proteínas hasta pueden estimular la secreción de insulina pero no en grandes proporciones siendo relevante esta secreción y su acción en las células para los practicantes de musculación.

Para el atleta que entrena con pesas saber manipular los efectos insulínicos es de total importancia porque los resultados son catastróficos si son realizados de manera incorrecta; además los problemas como la hiperinsulimia pueden alterar significativamente el desempeño en el entrenamiento porque hasta se pueden generar nauseas, somnolencia, sed excesiva o un sentimiento de empacho estomacal entre otros síntomas.

Como manipular las respuestas insulínicas

Para promover una respuesta a lo que deseamos existen varias alternativas desde la alimentación bien estructurada hasta el uso de alimentos funcionales; todo sin embargo se basa en la nutrición directa o indirectamente porque todos lo que metemos a la boca interfiere en la glicemia por ello se debe tener cuidado con ciertas combinaciones.

No estamos hablando del índice glicémico; hablamos de la carga glicémica y su impacto en el organismo especialmente de la comida como un todo y sus valores en relación a la cantidad y la resultante de la mezcla de carbohidratos.

Hay estudios que aún llevan en consideración la disminución de ese índice glicémico con la ingesta de algunas proteínas y/o lípidos, sin embargo algunas proteínas específicas solo podrían disminuir la carga glicémica de la comida o aumentar la misma por factores no bien conocidos; una cosa que normalmente confunde mucho a las personas es referente a la mezclas de alimentos.

  • A pesar de que los conceptos cambien buscar consumir siempre carbohidratos complejos ya es un buen paso para buscar niveles más estables de insulina, si esos carbohidratos poseen un tenor de fibras significante entonces es mejor aún.
  • A pesar de que no todos los carbohidratos complejos sean de tan difícil digestión y proporcionen un IG alto como la patata inglesa o el maíz que son mucho mejores para utilizar en los diversos momentos del día comparados a los azúcares simples presente en el azúcar de mesa, o la frutosa presente en la sacarosa, en la miel, y en las frutas.
  • Una buena idea para evitar los picos de insulina cuando se consume este tipo de carbohidrato que a pesar de complejo posee fácil digestibilidad es combinar con una fuente de grasa disminuyendo el tiempo de vaciamiento gástrico y consecuentemente la carga glicémica de la comida como uno todo.

Los alimentos como la leche y la frutosa pueden engañar a algunas personas; ambos poseen IG bajo sin embargo cuando hablamos de la leche debido a su configuración proteica analizamos un índice insulinémico alto y en el caso de la frutosa la vemos como una toxina porque a pesar de que tiene un IG bastante bajo posee mucha más capacidad de hacer.

A pesar del IG bastante bajo, ella posee muy más capacidad de desarrollar la glicación promoviendo la resistencia a la insulina y puede llevar al sobrepeso contribuyendo además con las dislipidemias u otras anormalidades en el organismo.

Todo esto no quiere decir que no se deba comer frutas o beber leche; de hecho la leche es más que esencial, sin embargo en cuanto a las frutas merece la pena la moderación y su consumo preferentemente con bajo tenor de frutosa.

Una segunda y óptima opción para control de glicemia es a través de compuestos naturales; vale destacar que la utilización de 3g a 9g de canela por día ha presentado óptimos resultados en la mejora a la sensibilidad a la insulina en especial en diabéticos tipo II porque a través de sus polifenoles los receptores de insulina en la membrana celular son mejor expresados a través de su autofosforilación haciendo que la insulina se encuentre en sus niveles correctos en esos receptores, la canela también inhibe la desfosforilación de esos receptores disminuyendo así la capacidad de almacenamiento de grasa y consecuentemente la disminución de posibles dislipidemias.

Una tercera opción es la utilización del cromo; posiblemente también posee efectos estimulantes en la sensibilidad a la insulina, en la disminución del cortisol y otros; sin embargo la literatura es aún bastante imprecisa en cuanto a la individualidad biológica y la respuesta a este mineral de acuerdo al tipo de organismo.

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