Nutrientes que ayudan a prevenir el Alzheimer

Publicado el 9 agosto, 2010 | Multimedia

Las vitaminas y en general los antioxidantes son los más destacados

La enfermedad de Alzheimer es una forma de problema mental, lo que significa un grave deterioro en varias funciones mentales, como la memoria, el lenguaje, la orientación y la forma de pensar. La demencia es una de las principales causas de problemas de salud, con cerca de 6 millones de enfermos en la Unión Europea. El Alzheimer es la causa más común de problemas mentales y cerca de 65% de las demencias en personas con mayor edad. En algunos casos de enfermedad de Alzheimer, la caída mental puede ocurrir de forma relativamente rápida, mientras en otros, la pérdida de la capacidad cognitiva puede ser más gradual.

La enfermedad de Alzheimer no es una parte inevitable del envejecimiento. Los síntomas de la enfermedad son causadas por una pérdida de células nerviosas en determinadas regiones del cerebro, sobre todo la corteza cerebral, la parte que controla nuestras funciones mentales superiores.

La degeneración de estas células nerviosas lleva a una pérdida de millones de conexiones (sinapsis) entre las células nerviosas, que es la pérdida de conexiones en la parte del cerebro que soportan con la memoria (lobo temporal medial) que son los primeros síntomas. La enfermedad progresa y se esparce por toda la corteza cerebral, afectando gradualmente las partes de la corteza que soporta casi todas nuestras otras funciones cognitivas más elevadas y nuestro comportamiento.

Al ser una enfermedad degenerativa progresiva del sistema nervioso es muy complicada su cura, aunque se está investigando sobre ello en la actualidad.

Nutrientes que pueden ayudar a prevenir el Alzheimer

Las vitaminas del complejo B, ácido fólico particular y vitamina B-12, ayudan a prevenir el Alzheimer, así como una serie de otras enfermedades, como enfermedades cardiacas y derrames. Los estudios muestran que una dieta rica en ácido fólico puede ser capaz de reparar los daños al ADN de células nerviosas en el hipocampo (área necesaria para la memoria y aprendizaje). Los alimentos ricos en vitaminas B incluyen cereales integrales, levadura, carne, grasas bajas de productos lácteos, lentejas y verduras.

Las dietas ricas en vitamina E y aceites esenciales pueden ayudar también. Un estudio recientemente publicado en la revista Archives of Neurology constató que los participantes, con edades entre 65-90, que comían peces al menos una vez a la semana presentaron 36% menos de caída en la puesta en marcha cognitivo durante el estudio de tres años o más.

Otros estudios están mostrando que las personas que comen peces en la mayoría de las veces tienen sólo un tercio de probabilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer que aquellos que comieron peces menos frecuentemente. La vitamina C, es un potente antioxidante inferior la vitamina E, que circula en el plasma y mantiene la función adicional de restaurar la vitamina E por su capacidad antioxidante.

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