La dieta del tipo sanguíneo

Publicado el 24 septiembre, 2013 | Health

Un concepto controversial pero que puede brindar buenos resultados a nivel general

Probablemente sea una loctura pensar en que existan dietas más indicadas para cada tipo de sangre, pero en realidad es una dieta nutricional verdadera, defendida por Peter J D’Adamo, que la escribió en su libro “Eat Right 4 Your Type»; su hipótesis afirma que el tipo sanguíneo es el factor más importante para determinar los alimentos que deben formar parte de una dieta saludable y recomienda dietas distinguidas para cada tipo de sangre.

Las dietas propuestas para cada grupo sanguíneo tienden a ser razonablemente decentes, y funcionan bastante a base de alimentos no procesados, superando a las distas que el común de la gente de los países industrializados siguen, pero tienen diferencias entre sí , de acuerdo al grupo sanguíneo, aunque todo parezca subrealista.

Una revisión científica reciente concluyó que no existen datos científicos que comprueben la teoría de la dieta del tipo sanguíneo, pero los investigadores afirmaron que para validar estos beneficios son necesarios más estudios que comparen los resultados experimentales en varios grupos étnicos, por sexo o edad.

Al restringir los complejos procesos del cuerpo humano a sólo cuatro estereotipos limitados, la dieta del tipo de sangre ha sido descripta como “astrologia del tipo sanguíneo”; al final esta puede ser la parte más importante de la cuestión porque definitivamente puede funcionar porque elimina los alimentos procesados y tiene una influencia distinta según el tipo de sangre.

Remueve el trigo de las dietas de personas con tipos sanguíneos A, B y O (que son los tipos de sangre más comunes), y recomienda que la mayoría de las personas, que posean el tipo O, que  es el tipo de sangre más común, sigan una dieta a base de carne y plantas, con poco o ningunos cereales, leguminosas, azúcar y legumbres, logrando ser la más general entre todas.

Dieta del Tipo 0

El tipo de sangre original y el más antiguo; sus proponentes afirman que este tipo de sangre evolucionó entre los cazadores-recolectores en respuesta a su dieta a base de animales y plantas.

Supuestamente, las personas con este tipo de sangre se sienten mejor con una dieta compuesta sobre todo por carne, pescado y ciertas frutas y vegetales, a la vez que deben limitar el consumo de farináceos y evitar los cereales (especialmente el trigo), leguminosas, legumbres y lácteos. 

Es una dieta muy semejante a la dieta del paleolítico.

Dieta del Tipo A

El tipo de sangre del agricultor; sus proponentes afirman que este tipo de sangre surgió después del advenimiento de la agricultura, y las personas con este tipo se sienten mejor a base de vegetales, frutas, cereales, leguminosas, legumbres y algunos pescasos, mientras  evitan la carne, el trigo, los lácteos, conviertiéndose así en una dieta casi vegetariana. 

Dieta del Tipo B

El tipo nómada; sus proponentes afirman que surgió entre los pastores que creaban animales por su carne y leche, y las personas con este tipo de sangre se sienten mejor con una dieta a base de cordero, cabra, conejo y la mayoría de los otros tipos de carne (excepto pollo y cerdo), lácteos, leguminosas y vegetales, mientras deben evitar el trigo, aceitunas, tomates y maíz.

Dieta del Tipo AB

El tipo de sangre “generalista”; las personas con este tipo de sangre pueden ingerir muchos tipos de carnes, algunos tipos de alimentos del mar, lácteos, cereales y fruta, pero deben limitar los frijoles, semillas, maíz, carne de res, pollo y trigo sarraceno.

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