Las ciruelas pasas incrementan los niveles de IGF-1

Publicado el 15 junio, 2012 | Research

Produce un efecto anabólico tanto en el tejido óseo como en el tejido muscular

Si un atleta busca algun alimento natural rico en carbohidratos durante la merienda y en el pre-entreno sin usar productos llenos de azúcares entonces podrían probar consumir ciruelas secas o pasas; un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Oklahoma demostró que las ciruelas pasas que presentan esencialmente las mismas propiedades que las frescas aumentan su poder debido al proceso de secado y que aumentan el nivel de IGF-1.

Los anteriores estudios mencionados sobre el tema se hicieron con animales pero esta vez se realizó con mujeres post-menopáusicas con una edad media de 55 años y donde se usaron las ciruelas pasas con el objetivo de prevenir la osteoporosis y extender la conclusión futuramente para estudios específicos con practicantes de musculación.

Las ciruelas contienen selenio y boro, elementos que son necesarios para la síntesis de tejido óseo, también contienen el ácido fenol neochlorogenic y el ácido clorogénico; los componentes de ciruelas secas también tienen una alta capacidad de absorción de radicales de oxígeno haciendo que existan menos radicales libres en la sangre que impulsan la descomposición del hueso.

  • En 1999 los investigadores publicaron un resumen de un estudio en animales en los que las ciruelas secas aumentaban la masa ósea en ratas; el estudio es interesante porque los roedores usados antes del experimento estaban sintiendo la disminución de masa ósea sin que produzcan estradiol.
  • No es difícil aumentar la masa ósea en animales jóvenes y sanos de laboratorio, pero es casi imposible hacerlo en los animales que ya no producen estradiol. 

La hipótesis previa demostró que las mujeres adultas que entrenaban con pesas podían detener la descomposición del hueso pero lo que ya se ha perdido no puede ser reemplazado naturalmente, pero los investigadores querían saber si las ciruelas secas ayudaría al aumento de la acumulación de huesos después de consumir 100 g diarios (12 ciruelas – 240 kcal) durante tres meses.

El grupo de control consumió manzanas secas y el grupo experimental que consumió las ciruelas secas incrementó en un 6% la concentración de la enzima específica del hueso fosfatasa alcalina que es un marcador de la acumulación ósea, pero lo más interesante fue que aumentó en unos increíbles 17% la concentración del IGF-1 que tuvo un efecto anabólico no solo en el tejido óseo, sino también en el tejido muscular.

Las tasas más elevadas de los marcadores de formación ósea siguen apoyando las tesis hechas con animales pero a largo plazo este estudio es un indicio que la consumición de ciertos extractos como los de la ciruela seca incluidos en la suplementación natural no solo son un complemento simbólico, sino confirman que son importantes para producir efectos positivos reales y tangibles tanto en mujeres mayores como en personas jóvenes sean atletas o no.

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