Principio de Prioridad

Publicado el 16 octubre, 2009 | Workout

Entrenamiento de Potencia II

 

El principio de prioridad consiste en dar prioridad especial en tu programación de entrenamiento al área del físico que esté débil o quede atrás en relación con las otras. Eso es necesario porque todo fisiculturista posee puntos débiles. Ningún campeonísimo, no importa cuantos títulos haya conquistado, posee un físico perfecto. Algunas regiones corporales siempre se desarrollan mejor o más rápido que otras, independientemente de quien usted sea o de cuan buena puede ser su genética. Hay algunas maneras de hacer eso:

Procedimientos

  • Puedes programar una región corporal específica de manera que pueda entrenarlas inmediatamente tras un día de descanso, cuando estuvieres renovado, recuperado y fuerte. Se puede elegir un ejercicio específicamente designado para alcanzar el tipo de desarrollo que estás buscando (tamaño, forma, definición, separación, etc.).
  • Puedes trabajar en el perfeccionamiento de tu técnica de entrenamiento básica para aumentar la eficiencia y la eficacia de las dos sesiones de entrenamiento.
  • Puedes cambiar tu programa de entrenamiento de forma a incluir entrenamiento de intensidad extra para cualquier región corporal que esté necesitado, tal como hacer uso de una variedad de técnicas de intensidad.

El entrenamiento de prioridad se puede utilizar para aumentar el tamaño y la curva del cuádriceps, aumentar el tamaño de los brazos, aumentar la altura máxima del bíceps, dejar los deltoides más pronunciados y separados o mejorar cualquier área débil del físico.

Shawn Ray es un ejemplo de lo que el entrenamiento de prioridad puede hacer por ti. Él era capaz de mantenerse competitivo contra los «grandes» hombres trabajando la espalda de forma prioritaria durante años, participando de eventos de competencia con la espalda cada vez más ancha y más gruesa. Nasser El Sonbaty también mejoró la musculatura de la espalda en un esfuerzo para vencer a Dorian Yates, pero además él disminuyó la cintura, lo que le confirió uno afilamento en «V» mucho mejor. Se podría continuar con ejemplos interminables, pero lo que interesa recordar es que nadie posee un físico perfecto; y, si una parte del cuerpo no te está respondiendo, no aceptes sólo eso como un hecho, pero debes hacer algo a respeto y la principal solución para un problema como este es el empleo del principio de prioridad.

 

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