Nuevas neuronas

Publicado el 2 diciembre, 2010 | Research

Para promover nuevas neuronas se debe pensar, reducir el estrés y ejercitarse frecuentemente

Sabemos que la práctica regular de actividades físicas lleva al mejor funcionamiento del organismo, produciendo músculos más fuertes, huesos más resistentes, corazón más eficiente… finalmente, un cuerpo más saludable. A pesar de que haya un largo camino al frente, ya existen muchos estudios en estas áreas (ortopedia, reumatologia, cardiologia…) y muchas personas continúan trabajando en varios temas, pero estamos más que seguros que el futuro nos reserva sorpresas en otro campo: «la neurologia«.

Nacimiento de neuronas (neurogénesis)

La opinión corriente y dogmática es que no hay nacimiento de nuevas neuronas en humanos adultos, teoría corroborada por Pasko Rakic, de la Universidad de Yale, que afirmó en un artículo publicado en la revista Science que la neurogénesis no ocurre en el cerebro de primates. Desde entonces la estabilidad del número de neuronas es usada para explicar el proceso de aprendizaje continuo y relación con la memoria (RAKIC, 1985), además de justificar la inevitable degradación de las funciones nerviosas con el avance de la edad, la cual sería causada por la muerte de neuronas que no serían más repuestas.

Pero esa teoría no es aceptada por todos; un grupo de investigadores liderados por Elizabeth Gould usó técnicas más recientes y demostró que el nacimiento de nuevas células nerviosas era posible en los primates adultos (GOULD et al, 1998; GOULD et al, 1999). Lo más importante es que las nuevas neuronas fueron encontradas en sitios supuestamente responsables por funciones complejas, como la gestión de la memoria, toma de decisiones y reconocimiento de formas.

El antiguo dogma ya venía siendo desmantelado, sin embargo se suponía que la neurogénesis solamente sería posible en lugares menos evolucionados del cerebro. Por ello, los estudios de GOULD fueron revolucionarios, ellos se refieren al área más compleja: «el córtex».

Algunos científicos, sin embargo, no son tan optimistas; más recientemente, un trabajo de David Kornack, y Pasko de Rakic, encontró resultados diversos de Gould; la pareja de científicos usó los mismos métodos de análisis que el equipo de Elizabeth Gould y encontraron nuevas neuronas solamente en el bulbo olfativo, responsable por el olfato, y en el hipocampo, responsable por la memoria de corto plazo, sin verificar la neurogénesis en el neocortex, afirmando que las células nuevas allí encontradas no eran neuronas (KORNACK & RAKIC, 2001).

  • A pesar de que la cuestión no haya sido definido, es inevitable inclinarse a creer en los resultados de GOULD; sus descubrimientos traen esperanzas para el tratamiento de lesiones y enfermedades degenerativas, como el mal de Alzheimer, además de crear expectativas para el combate de males asociados al avance de la edad.
  • La propia fundamentación de la antigua creencia es basada en un paradigma rebasado, típicamente cartesiano, la cuestión era: si la memoria es permanente y el córtex es responsable por ella, entonces el córtex debería ser físicamente inmutable.
  • Los resultados controversiales de estos estudios generaron, y aún van a generar muchos choques de egos, con ambos grupos fuertemente sosteniendo sus ideas.
  • A pesar de las diferencias, hay muchos puntos que pueden interesarnos.

Nuestra manera de encarar la realidad

Esas nuevas células participan de funciones cerebrales importantes y su pérdida y nacimiento parecen estar relacionados a los desafíos cognitivos enfrentados (KEMPERMANN et al, 1997; SHORS et al, 2001; GOULD et al, 2000). No podemos, por lo tanto, ser deterministas, ni rotular personas por su mayor o más pequeña capacidad para determinada tarea; mucho menos despreciar a las personas con más edad, como si estuvieren atados a una inevitable e irreversible pérdida de las funciones nerviosas. }

  • Todos pueden desarrollarse se estimulados adecuadamente; y más que nunca, se afirma que somos productos de nuestra interacción con el medio, nuestro desarrollo depende tanto de las oportunidades que nos son dadas como de nuestra manera de encarar estas oportunidades, a cualquier tiempo y en cualquier edad
  • Cada fracción de segundo, el mundo nos ofrece millones de desafíos, la elección es nuestra; si vamos a usar nuestras cabezas y analizar críticamente el medio (y posiblemente habrá más neuronas) o conectar la televisión y relajarse…

El papel del estrés

En un estudio de GOULD se hizo una prueba denominada «Paradigma del residente-intruso», en el cual un primate macho adulto, criado en una celda individual, es colocado en la celda de otro adulto, resultando en un encuentro agresivo y posición de subordinación del intruso en relación al residente.

  • Fue verificado que después de una única sesión de 1 hora de esta (cruel) prueba, el número de células proliferadoras en estos animales caía significativamente en relación a animales no estresados.
  • En resumen, las situaciones de estrés influencian negativamente en el nacimiento de nuevas neuronas (GOULD et al, 1998).

El papel negativo del estrés fue confirmado por diversos otros estudios, como el de TANAPAT et al (2001), en el cual roedores eran expuestos al edor de heces de una zorra. Una revisión de GOULD & TANAPAT (1999) atribuye el efecto del estrés a las alteraciones bioquímicas específicas, como la elevación de la adrenalina y de los corticosteroides.

Actividad física y nuevas neuronas

Con descubrimientos hechos en Princeton, es tentador creer que podemos combatir lesiones y degeneraciones del sistema nervioso con las actividades físicas; además de todos los beneficios conocidos, se comprobaría otra «la salud neurológica«. En esta línea se destaca el estudio reciente del grupo de JOSÉ LUIZ TREVO, donde fue verificado que el ejercicio en roedores estimulaba la absorción por el cerebro del factor de crecimiento IGF-1, que tendría efecto neurotrófico.

Pero se debe se tener cuidado y responsabilidad al entrar en un programa de actividades físicas con ese objetivo; recordando que el estrés es antagonista de la neurogénesis y que la actividades física tiene tanto su lado estresante, como estimulante; Un programa con potencial de promover el buen funcionamiento neurológico debe ser responsablemente equilibrado para que las alteraciones bioquímicas sean las más favorables posibles.

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