La ventajas de entrenar con máscaras de altura

Máscaras de altura para entrenar

Publicado el 14 septiembre, 2015 | Research, Workout
Un accesorio controversial que puede funcionar o no desde el aspecto psicológico sobre el fisiológico

El entrenamiento con una máscara que simula estar en las alturas hace que la respiración sea más difícil, pero eso no equivale necesariamente a la mejora de la capacidad cardiorrespiratoria; la vemos en muchos gimnasios, al observar a atletas que trabajan duro con ella, pero no sabemos para que sirve realmente, porque no pensamos en ese siguiente nivel ¿ no ?… lamentablemente no, y tampoco sabemos si existe un beneficio o no usando este accesorio que trata de mejorar la capacidad aeróbica y anaeróbica simulando un bajo nivel de oxígeno a gran altura.

Según los profesionales de la industria del fitness, estos dispositivos que simulan una gran altitud, simula como una manera de meter la cabeza en un inodoro mientras se entrena, lo que puede ser imposible para la mayoría de los practicantes comunes, que buscan tener un cuerpo diez. Pero para los que quieren esa pequeña ventaja extra para no solamente construir músculos, sino conseguir resultados descomunales, utilizan máscaras de altura para entrenar, utilizando además un sistema de energía completamente diferente porque a grandes altitudes, se reduce la presión atmosférica.

La presión parcial de oxígeno, o el total de unidades de oxígeno por área dada, también se reduce; el aire es simplemente más delgado o restringido, por lo que es más difícil respirar, y en consecuencia, hay una oxigenación reducida de la sangre, lo que conduce a menos oxígeno de ser transportado y utilizado por los músculos que trabajan. Cuando el cuerpo está expuesto a una reducción de la presión parcial en la altura, responde aumentando la mioglobina, contenido de hemoglobina y densidad capilar, y por lo tanto aumentar el transporte de oxígeno a los músculos, y estas adaptaciones sin duda nos da una ventaja en el rendimiento.

Sin embargo, este proceso tarda semanas e incluso meses de entrenar a gran altura, y no solo en 40 minutos con una máscara que parece una máscara de gas en el gimnasio; por otra parte, hasta que el cuerpo esté adaptado a la altitud, el rendimiento disminuye, así como la intensidad de entreno, dependiendo de cada individuo, unos 10% cada 100 metros por encima de los 1100 metros. Pero cuando se coge ritmo, puede empezar a verse los beneficios, sobre todo en los que entrenan resistencia, incluyendo la hemoglobina, la densidad capilar, el aumento de volumen mitocondrial y la capacidad de amortiguación elevada.

La desventaja de un entreno en la altura, sin embargo, es que las adaptaciones fisiológicas suelen desaparecer dentro de 3-4 semanas, e incluso hay estudios que analizan el uso de máscaras, que no muestran beneficio del entreno hipóxico, aunque la adaptación psicológica se da en un tiempo menor.

Mascaras de Altura

La máscara de altura y el entreno aeróbico

La presión parcial reducida de aire en la altitud es muy diferente a la restricción del uso de aire mediante el uso de una máscara; de hecho, es muy poco probable que los científicos citen en sus conclusiones que esta máscara simule exactamente lo que pasa en las alturas, para aumentar la hemoglobina. Las máscaras de altura no cambian la presión parcial del aire de entrada, y lo que hacen es simplemente reducir la cantidad total de flujo de aire que llega a los pulmones, es como respirar a través de una pajilla de refresco, o con una almohada atada al rostro; en sí, este entreno que es con aire restringido, es denominado «entreno inspiratorio del músculo», que es una herramienta increíblemente eficaz, usada en personas con enfermedades pulmonares, pero aún se sigue cuestionando si es útil en un 100% para el mundo deportivo.

El rendimiento de resistencia no está limitado por la cantidad de aire que se obtiene, porque está limitada por la cantidad de oxígeno en el aire, y como se lo usa; recordemos que mediante el entreno en un ambiente hipóxico, que no se parece a la presión parcial de grandes alturas, lo que haremos es mejorar la fuerza y ​​la resistencia del sistema respiratorio. Sin lugar a dudas, el entreno hepóxico es más duro que el de constumbre, porque la frecuencia cardíaca será mayor, se respirará más fuernte, y se tendrá una respuesta de lactato superior al ejercicio submáximo, pero todo esto es de esperarse.

En conclusión; al usar la máscara de altura después de un período de adaptación no se mejorará directemente el rendimiento; aunque se mejorará la fuerza del diafragma y la capacidad de exhalar e inhalar, lo que hará que el cuerpo adquiera adaptaciones beneficiosas para mejorar el VO2max, el umbral de lactato, o la capacidad de amortiguación de iones de hidrógeno, pero no es la única manera de hacerlo.

La máscara de altura y el entreno anaeróbico

Ver usar las máscaras de altura al levantar pesas, puede ser un espectáculo relativamente común, pero simplemente no es aconsejable en la práctica para los que están en un nivel intermedio, y menos principiante; por ejemplo, una serie de 15-20 sentadillas quizás tome 20 segundos, en donde el uso de oxígeno no es determinante, es más, cuando haya restricción de respiración se puede sufrir al entrenar, y volvemos a lo anterior. Lo que se puede lograr es una calidad de sincronía con cada porción de movimiento (concéntrico o excéntrico), que tampoco ayudan a la estabilización o el control del peso, pero pueden reducir la capacidad de respirar libremente en un momento crítico al subir o bajar un peso.

La experiencia de muchos profesionales o los practicantes experimentados, incluso en otras disciplinas como el MMA, es que apoyan el uso de la máscara de altura desde un aspecto psicológico, pero desde una perspectiva fisiológica, no hay aún evidencia científica detrás de una verdadera utilidad de la misma en el entreno con pesas.

¿ Que tipo de accesorio usáis en vuestros entrenamientos ?

 

Fuentes

  • McKenzie, DC (2012). Fisiología respiratoria:. Adaptaciones al ejercicio de alturas del British Journal of Sports Medicine, bjsports-2011.
  • Naeije, R. (2010). La adaptación fisiológica del sistema cardiovascular a gran altitud. Avances en Enfermedades Cardiovasculares, 52 (6), 456-466.
  • Vogt, M., y Hoppeler, H. (2010). Es el entreno en hipoxiabueno para los músculos y el rendimiento deportivo? Avances en Enfermedades Cardiovasculares, 52 (6), 525 a 533.

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