Impacto de la vitamina D en la performance deportiva

Publicado el 23 julio, 2010 | Research

Es esencial para la homeostasis, ayudando a funcionar bien a los músculos, nervios, crecimiento celular y uso de energía

En el mundo del deporte la performance es uno factor importantísimo que a veces no consigue ser garantizado por los deportistas por diversas razones; no hay duda que las vitaminas son imprescindibles para la puesta en marcha normal del metabolismo, y la vitamina D es una de ellas. La vitamina D es el nombre general dato a un conjunto de compuestos liposolubles que son fundamentales para mantener el equilibrio mineral en el cuerpo, y es también conocida como calciferol y vitamina antiraquítica, cuyas formas principales son conocidas como vitamina D2 (ergocalciferol: de origen vegetal) y vitamina D3 (colecalciferol: de origen animal).

Las personas y atletas que viven en países con poca iluminación solar, estarán probablemente con carencia de Vitamina D. En 1938, investigadores rusos, compararon atletas que recibieron radiación UV, con atletas que no la recibieron; ambos grupos siguieron el mismo programa de entrenamiento y los atletas que habían recibido la radiación UV, obtuvieron un progreso de 7.4%, mientras el restante grupo sólo progresó 1.7%.

En 1944, investigadores alemanes realizaron un estudio similar con voluntarios que recibieron radiación UV, unas 2 veces a la semana, mostrando un aumento del desempeño de 13% en el ergómetro, en contraste con el restante grupo que no obtuvo mejorías en el desempeño.

Papel de la vitamina D

La vitamina D es esencial para la homeostasis; clásicamente, se sabe que ella es necesaria para la absorción del calcio y del fósforo en el intestino grueso, y para su movilización a partir de los huesos, así como para su reabsorción en los riñones. A través de estas tres funciones, la vitamina D cumple un papel importante en asegurar la puesta en marcha en forma correcta los músculos, nervios, coagulación de la sangre, crecimiento celular y utilización de energía.

Se piensa que el depósito de minerales en el esqueleto es el resultado de las elevadas concentraciones de calcio y fósforo en la sangre, siendo así, indirectamente debido a la sola acción de la vitamina D. Para ejecutar sus funciones biológicas, el calcitriol, tal como otras hormonas, se ligan a receptores específicos en las células blancas; tales receptores están siendo encontrados en una ancha variedad de tejidos.

La hipótesis científica nos dice que la vitamina D es también importante para la secreción de insulina y prolactina, respuesta inmunitaria y al estrés, síntesis de la melanina y a la diferenciación de las células de la piel y de la sangre.

Fuentes de vitamina D

Las fuentes naturales más ricas en vitamina D son los aceites de hígado de pescado y los pescados de agua salada, tales como las sardinas, el arenque, el salmón y la sardina. Los huevos, la carne, la leche y la mantequilla también contienen pequeñas cantidades, sin embargo, el sol es una de las mejores fuentes, pero lo mejor es tomar un multivitamínico con vitamina D.

Debido al importante papel en el metabolismo como un todo, es necesario que recibamos una cuota mínima de vitaminas a diario; de acuerdo con el FDA, los valores diarios recomendados de vitamina D para una persona adulta son de 400 IU (5 mcg).

Deficiencias

Entre los primeros síntomas de deficiencia de vitamina D están los niveles séricos reducidos de calcio y fósforo y un aumento de la actividad de la fosfatasa alcalina; esto puede ser acompañado por flojera muscular y tetania, así como por riesgos añadidos de infección, provocando una enfermedad ósea porque no existe una cantidad suficiente de calcio disponible para mantener los huesos saludables, aumentando también el riesgo de enfermedades o accidentes cardiovasculares, y esto es válido para los que entrenan duro, que necesariamente deben consumir vitamina D.

Dada la importancia de la vitamina D se debe tener en consideración su consumo como forma de asegurar la puesta en marcha correcta de los músculos, nervios, coagulación de la sangre, crecimiento celular y utilización de energía. La falta de vitamina D puede revelarse en una baja en el desempeño tanto a nivel deportivo, como un decaímiento en nuestro organismo.

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