El futuro de la suplementación y la alimentación

El futuro de la suplementación y la alimentación

Publicado el 1 agosto, 2015 | Health, Research
La suplementación transdérmica, la carne de laboratorio y la nutrigenómica para sacar máximo provecho de la nutrición deportiva

Una nueva generación de suplementos en aerosoles que se aplican directamente sobre la piel salen a la luz; en teoría, esto les permite ser absorbidos directamente en el torrente sanguíneo, sin pasar por el sistema digestivo, lo que dejaría atrás al sistema convencional de absorción de los suplementos orales tradicionales, pues según sus inventors, tienen más rápida acción y son más confiables. Ahora hay que ver si funciona y como lo hace, y para ello una investigación de la Universidad de Manchester Met se centró en estudiar el caso de algunos compuestos como la cafeína, que entró en vigor al organismo, diez veces más rápido por vía transdérmica, comparándola con la vía oral.

Los científicos en nutrición deportiva citan en sus conclusiones que sin duda tiene más rápida acción, es más, requiere solo de una décima parte de la dosis para tener un máximo efecto; sin embargo, la barrera de entrada, literalmente es el tamaño de los poros, lo que limita que los suplementos puedan ser absorvidos en toda su expresión mediante la vía transdérmica. La investigación sugiere que los nutrientes como la cafeína, taurina, zinc y magnesio pueden ser absorbidos eficazmente por vía transdérmica, pero muchos otros, incluyendo la mayoría de los tipos de proteínas no funcionaría y seguirán su mecanismo vía oral.

Una empresa británica de tecnología transdérmica ofrece actualmente dos aerosoles que refuerza el pre-entreno, con cafeína, taurina, y guaraná, además de un spray de recuperación de post-entreno, que consiste en una fórmula con zinc, magnesio y niacina; los costos por dosis tampoco son muy elevados, alcanzando la concentración máxima en el torrente sanguíneo en 15 minutos, en comparación con los 60 minutos de sus análogos orales.

La carne de laboratorio

Los científicos han estado trabajando en la creación de productos artificiales de reemplazo de la carne de laboratorio manufacturada, incluyendo una variedad de materiales sacados de las plantas, incluyendo el amaranto y las proteínas de los guisantes, que se quiebran, se pulverizan y se juntan con algunos aditivos para que tenga el sabor y la textura de una carne real, con el beneficio adicional de sus nutrientes saludables que permitirán que el ser humano tenga disponible otros tipos de alimentos con el sabor que desean sus cerebros.

Este tipo de carne bajo el microscopio, es biológicamente la mismo que la carne real, aunque la única diferencia es que contienen cantidades más reducidas de ciertos aminoácidos esenciales, que son necesarios para el crecimiento muscular. En sí, es una alternativa al consumo de carne convencional, con un menor impacto al medio ambiente y cero crueldad hacia los animales, pero desde el punto de vista nutricional, debe ser visto como una suplementación adicional; existe actualmente una versión europea con leucina que fue más allá, mejorando las famosas hamburguesas y tiras de pollo de las marcas más populares, para atraer a millones de consumidores, que aún están reacios a cambiar sus comidas favoritas.

La nutrigenómica

Este proceso implica la optimización de la dieta para adaptarse a su ADN; la teoría es que mediante el exámen del perfil genético, es posible resaltar cualquier gen potencialmente problemático que se lleva, por ejemplo el gen PPARA, que afecta a la regulación de la grasa corporal, entonces es posible ajustar la dieta en consecuencia, para evitar o contrarrestar estas limitaciones genéticas, optimizando la composición corporal y el rendimiento deportivo.

Este método aún es joven y necesita de una profunda investigación, pues provoca un debate interesante en la comunidad científica; sin embargo, un estudio de la Universidad de Toronto en el 2014 encontró que las personas pueden beneficiarse de la adhesión a diferentes pautas dietéticas que los demás, dependiendo de su genotipo. En teoría, debería ayudar a eliminar la parte de ensayo y error de experimentar con diferentes dietas para averiguar lo que funciona mejor.

Una nota de advertencia es que los científicos todavía están identificando los roles que determinados genes juegan, pero no hay necesidad de esperar para saber la secuencia de los genes individuales, que se mantiene igual durante toda la vida; esperemos que la tecnología nutricional nos permita en un futuro cercano determinar la dieta específica, a medida de saber sobre los genes específicos y como adaptarlos para el bienestar y la longevidad.

¿ Sóis de esas personas conservadoras o estáis curioso sobre las nuevas tendencias ?

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