Efectos de la carencia de grasas en las dietas

Publicado el 20 octubre, 2009 | Research

Dejar de consumirla puede producir más grasa corporal en el organismo

Una persona que desea un físico tonificado y libre de grasas, generalmente tiene la idea de que para llegar a ese físico se debe eliminar las grasa de la dieta. En este artículo se concluye que eliminar la grasa de la dieta es un error y puede hacer que una persona gane más grasa. Por mucho tiempo fuimos bombardeados por la idea de que las dietas con poca grasa son la única solución saludable para conquistar un cuerpo perfecto y de que alguna forma las grasas son un enemigo mortal del cuerpo humano. Al ir al mercado de alimentos se ve muchos productos con letreros que exponen sus productos con las leyendas “Libre de Grasas”, “0% de Grasas”, etc..

Sobre la ingesta de pocas grasas en la dieta

En los Estados Unidos, donde 7 a cada 10 individuos por encima de los 25 años es considerado una persona con sobrepeso. Según las investigaciones afirman que el consumo general de grasas del pueblo americano es relativamente bajo. Hecho chistoso, como un pueblo que ingiere poca grasa es el uno de los más obesos ? La respuesta es simple, las dietas que enfocan en la extrema restricción de grasa son contraproductivas y acaban generando efectos opuestos al deseado.

Dietas con baja ingestión de grasa, generalmente son ricas en carbohidratos

Un gramo de grasa cuenta con 9 calorías (caloría = energía), cuando se limita la ingestión de grasa, se tendrá una mayor necesidad de energía, lo que provocará mucho más apetito y como la amplia mayoría de las personas creen que es mucho más fácil comer comidas ricas en carbohidratos que proteína, acaban por suplir esa necesidad calórica a través de los carbohidratos.

La solución: Todos los alimentos que son considerados saludables, como frutas, panes, etc, mientras no tienen grasas, son extremadamente ricos en azúcar (fructosa y azúcar refinado, respectivamente). El cuerpo necesita de glucosa (azúcar) para realizar algunas funciones del cuerpo, pero cualquier exceso generará una acumulación de grasa; esto sin estar ingiriendo grasa.

Las dietas con ingestión baja de grasa, generan más apetito y deseos alimentes

Los alimentos bajos en grasa, en ciertas ocasiones no satisfacen el apetito, generando futuros disturbios y deseos alimenticios; lo cual perjudica a este tipo de dietas, si la persona no estuviere usando algún suplemento supresor de apetito, acaba por romper la dieta y comer algún alimento que estropee su objetivo.

Las dietas con con poca grasa hacen caer la testosterona

Todos sabemos que la testosterona tiene un papel importantísimo en la reconstrucción y aumento de masa muscular, y que niveles altos de testosterona propician en una caída en la acumulación de grasa. La ingestión correcta de grasas ayuda en la liberación de los principales hormonas del cuerpo, una deficiencia en esa ingestión puede resultar en una caída en las hormonas.

Las dietas con poca grasa aumentan la tasa en que el cuerpo acumula grasa

El cuerpo humano es una “máquina” extremadamente compleja, y existen varios tipos de mecanismos de defensas listos para entrar en acción cuando el cuerpo perciba que algo fuera de la rutina está aconteciendo. Cuando se reduce drásticamente la ingestión de grasa, el cuerpo percibe inmediatamente y encara eso como una amenaza, pues la grasa es una importante fuente de energía para el cuerpo.

Como resultado, el cuerpo hará los ajustes necesarios para suplir esta falta, es decir, ocurrirá una disminución en el metabolismo y un aumento en las hormonas que hacen que el cuerpo acumule grasa.

Las dietas pobres en grasas no son saludables

El organismo sencillamente necesita de grasas para hacer que el cuerpo funcione con salud. Las grasas tiene varios papeles importantes en el cuerpo humano, incluyendo en el control de la insulina, desarrollo del cerebro y nervios, optimización del sistema imunológico, efectos anti-inflamatorios, controlando las hemoglobinas de las membranas de las células y varias otras funciones.

Por la seguridad, salud y estética, la dieta nunca debe tener menos de 10% de grasa sumando los otros macronutrientes (proteína y carbohidratos). Este valor es el mínimo, de 15 a 20% es el ideal.

Conclusión

Vale recordar que no todas las grasas son malas, no se necesita evitar las grasas saturadas (grasas malas), sin exagerarlas en la alimentación.

Es necesario dar preferencia siempre para las grasas buenas, estas además de ayudar a varias funciones del cuerpo, y ayudan a la liberación de la testosterona y de la hormona de crecimiento. Sin contar el hecho que apoyan a la quema de grasa.

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