Las mujeres y el trabajo muscular

Publicado el 7 octubre, 2009 | Health

La hipertrofia puede ser conseguida mediante la liberación natural una isoforma conseguida por un programa de ejercicios específico

Es difícil para la mujer conseguir un nivel de hipertrofia similar al presentado sin la utilización de recursos ergogénicos, a menos que haya un favorecimento genético considerable aliado al trabajo de largo plazo. Uno de los principales controladores de la masa muscular es la hormona testosterona. La mujer normalmente posee niveles de testosterona diez veces menores que el hombre, esta diferencia hace con que individuos del sexo masculino normalmente posean mayores cantidades de músculos y menor porcentual de grasa.

Muchas mujeres están recurriendo a hormonas sintéticas similares a la testosterona, para obtener una hipertrofia por arriba de los niveles normales. Pero las diferencias hormonales no significan que sea imposible para la mujer ganar masa muscular de modo natural. Existen factores de crecimiento liberados durante el entrenamiento con sobrecarga que actúan directamente en la región estimulada. Lo más importante de estos factores, una isoforma del IGF-1 (factor de crecimiento tipo insulina), que es considerada por diversas investigaciones científicas como la principal en el proceso de hipertrofia muscular.

La diferencia entre la liberación natural de la isoforma del IGF-1 y la utilización de hormonas sintéticas está en sus manera de actuación, mientras el primero actúa solamente en las adyacencias de los tejidos estimulados, la otro cae en la circulación sanguínea y actúa en diversas estructuras, como cuerdas vocales, epidermis, cuero cabelludo y huesos músculos de la cara. Siendo así, causa el engrosamiento vocal, y aumento de la masa muscular, quede cierto que la hipertrofia difícilmente fue conseguida solamente con un programa de ejercicios, pues el proceso de hipertrofia inducido naturalmente, actúa de manera selectiva y no trae la masculiniación.

Los estudios aseguran que la todas las mujeres que realicen un programa de ejercicios orientado por un profesional de educación física competente obtendrá los resultados estéticos y orgánicos deseados sin proporcionar deformaciones en su cuerpo, pues las alteraciones bioquímicas resultantes de un entrenamiento responsable actuarán esencialmente en los tejidos estimulados, sin generar masculinización, ni excesos en los cambios hormonales.

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