Conteo de calorías vs alimentación intuitiva

Publicado el 3 marzo, 2011 | Health

Se recomienda generalmente que se siga una planificación nutricional llevando un registro diario de la dieta

Cada vez que se oyen estas frases «cuenta de calorias» o «registro diario de alimentación«, las personas comienzan a huir sin mirar para atrás; y esto es complicado porque crear menús, contar calorias y mantener un registro diario de alimentación son herramientas probadas por los estudios como eficientes, y si la consistencia en la nutrición, educación «conocer más», motivación y contabilización son realmente efectivas, entonces porque motivo existe tanta resistencia a ella ? es el centro del presente artículo.

Una de las razones, es que las personas entienden esto cómo un trabajo, y el trabajo duro no vende !!!! Otro motivo es lo que los escépticos dicen, porque no tenemos una alimentación intuitiva comparando con la relación a las personas que pierden grasa sin contar calorias ?

Claro, uno puede escoger no contar calorias y comer aquello que siente que su cuerpo le está pidiendo, pero si se hace esto, se llama adivinar; y si se adivina correctamente e ingerir la cantidad correcta, se perderá peso; A esto se le llamaría SUERTE !!!

Aquí las opciones son dos: o se sigue el instinto o se sigue las sugerencias probadas y garantizadas ?

El diario de nutrición sustituye a la adivinación con precisión

Tal vez aún más importantes, ellos son también partes cruciales del proceso de aprendizaje para aumentar la conciencia nutricional; existiendo sólo UNA FORMA de realmente comprender los alimentos y la forma como afecta al cuerpo; y esto tiene que pasar por cuatro prácticas del proceso de aprendizaje:

  • Práctica 1 – Incompetencia inconsciente: se está ingiriendo los tipos errados de alimentos en las cantidades erradas y ni siquiera se está consciente de ello. (No se sabe lo que se está haciendo y no se sabe que no sabe lo que está haciendo).
  • Práctica 2 – Conciencia incompetente: se está ingiriendo los alimentos errados en las cantidades erradas, pero por algún motivo, se está consciente de ello; esto sucede muchas veces debido a una experiencia del tipo «No voy a continuar viviendo de esta forma». (No se sabe lo que se está haciendo y ahora se sabe que no se sabe lo que está haciendo).
  • Práctica 3 – Conciencia competente:  la persona se educa a sí misma y comienza a ingerir los alimentos correctos, pero le cuesta mucho esfuerzo y dedicación para comenzar a comer las cosas correctas en las cantidades correctas. (se sabe lo que está haciendo, pero se tiene que pensar en eso y trabajar muy duro para que esto suceda, porque se está usando la fuerza de voluntad y aún se está aprendiendo).
  • Práctica 4 – Cualificación inconciente: se hizo el esfuerzo consciente de ingerir los alimentos correctos en las cantidades correctas, se contó calorias y se mantuvo un diario de alimentación durante bastante tiempo y con la repetición suficiente, y esos comportamientos se hicieron hábitos y pasaron a formar parte del estilo de vida. (se sabe lo que está haciendo, y se hace de forma automática y con tanta facilidad, que ni siquiera se tiene que pensar en eso).

Pensamos que el concepto de la alimentación intuitiva tiene mérito; pero si escucháramos nuestras verdaderas señales corporales, creemos que nuestro apetito, nuestra actividad y nuestro peso corporal irían a regularse de forma adecuada por sí mismo incluso.

  • El problema es, en nuestra cultura occidental, tecnológicamente avanzada con un ambiente propicio al sobrepeso, un estilo de vida sedentario, presiones sociales y alimentos poco adecuados que se venden en cada esquina, nuestra sabiduría corporal intuitiva, está constantemente en corto-circuito.
  • En nuestra sociedad moderna, ser capaz de comer por instinto y conseguir adivinar con éxito la nutrición o confiar en los sentimientos de hambre y saciedad, no son cosas que se adquieren con facilidad o de forma natural.
  • La única forma garantizada de conseguir alcanzar esa práctica de cualificación inconsciente donde se hace automático ingerir los alimentos correctos en las cantidades correctas y se consigue realmente comprender al cuerpo, es pasando por el proceso de educación nutricional.

Dos formas simple de contar calorias y obtener esa educación nutricional que se necesita, son el método planificación de comidas y el método del diario nutricional.

El método de la planificación de comidas

Utilizando un software u hoja de cálculo, se crea un plan de menú, comida por comida, con las calorías, macronutrientes y cantidades calculadas de forma adecuada para lograr los objetivos y necesidades energéticas.

  • Se puede crear dos o más planos de menús, si se quisiera variedad; después, seguir el plan de menú todos los días.
  • Simplemente se tendrá que pesar y medir las porciones de alimentos para asegurarse que su ingesta actual está en consonancia con el plan escrito. 
  • Con este método, realmente sólo se necesita «contar calorias» una vez; al momento de crear los menús. 
  • Este es un método es muy usado y recomendado.

El método del diario nutricional

Otra forma de controlar la ingesta nutricional, es manteniendo un diario nutricional, sea en papel, en un aparato electrónico como el i-phod, o mediante un software específico.

  • A lo largo del día, después de cada comida, se registra lo que se comió, o al final del día, se registra toda la comida que ingirió a lo largo de todo el día.
  • La mejor opción es registrar lo que se comió inmediatamente después de haberlo hecho, ya que las personas parecen sufrir de casos realmente graves de amnesia alimenticia, si esperaran demasiado tiempo antes de registrar lo que comieron.

Se recomienda generalmente que se cuente calorias y que se mantenga un diario nutricional por lo menos una vez en la vida, durante por lo menos 4-12 semanas consecutivas, o hasta que se llegue a la práctica de cualificación inconsciente. Y en ese punto, esto se hace opcional porque el hábito y la intuición pueden asumir el control.

Se puede regresar al método de la planificación de comidas o al diario a cualquier altura del futuro en un momento en que se haya dado un paso atrás en los objetivos, o se esté intentando alcanzar un objetivo muy importante; es una herramienta que estará siempre lista para usarla sobre todo cuando se quiere mantener un físico precioso.

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